En “Compradicción”, un reciente libro de Martin Lindstrom, se presentan trabajos liderados por este inquieto consultor que buscan reflexionar sobre el consumidor a partir de los estudios hechos sobre el comportamiento del cerebro.
Uno de ellos es un estudio para ver el impacto de la inclusión de marcas en programas de televisión. En el cine esto se hizo desde los 30 y uno de los hitos fue el uso de los anteojos Ray-Ban por parte de Tom Cruise en “Top Gun”. En la televisión hace años que se usa este sistema. En el Perú vemos muchas veces telenovelas o series. ¿Funciona? ¿Basta con poner la marca y que se mire el empaque varias veces?
Lindstrom desarrolló un estudio de las marcas anunciantes en American Idol. Para la época del estudio, había tres principales anunciantes: una empresa de telecomunicaciones, una automotriz y una de gaseosas. La medición, antes y después de ver el programa, realizada a través de una suerte de encefalograma que permitía ver la intensidad emocional del recuerdo de la marca, arrojó que la más recordada y con un mayor sentimiento asociado era la de gaseosas, seguida de la de telecomunicaciones y la de autos.
Analizando los resultados se observó que la marca de autos había invertido en tandas publicitarias estándar y no tenía presencia dentro del programa. Las otras dos marcas sí habían estado presentes, pero además lo habían hecho de diversas maneras dentro de la dinámica del mismo. Lo interesante era que, si bien ambas tenían una fuerte exposición, la de gaseosas diseñó los muebles del programa con la forma de su botella y logró hacerse parte de la historia.
Como dice Lindstrom, cuando la marca participa en un programa, el objetivo no solo es que esté presente sino que debe ser parte de la historia. Eso será lo que logre el impacto emocional y de recordación esperado. Si se desea participar, lo primero deberá ser analizar la lógica y el significado que tiene el programa para luego ver qué rol puede cumplir en él nuestra marca. No es aparecer por aparecer. Desde esta perspectiva, habrá que ver nuestros programas locales y las marcas que allí aparecen.
Por: Hernán Chaparro Psicólogo Social
Fuente: El comercio
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