martes, 14 de septiembre de 2010

COMERCIO ELECTRONICO EN PERU : INICIO DEL DESPEGUE

IEn el 2007, a raíz de los 30 años de APOYO, se editó la revista F30. En ella se nos propuso a un grupo de ejecutivos del Grupo escribir sobre diferentes temas. A mí me tocó hablar del comercio electrónico en el Perú. Lo interesante de la propuesta fue que no se trataba de un artículo sobre la situación actual del asunto, sino de cómo creía yo que el comercio electrónico sería de acá a 30 años. Imaginar cómo será cualquier negocio, situación o idea con un horizonte de 30 años en el futuro es más un ejercicio de alucinación futurológica que un trabajo de predicción informada. Aún más, cuando en temas de tecnología, predecir qué sucederá de acá a tres años es ya complicado.

Inicié el artículo con una frase que no estoy tan seguro de poder suscribir ahora, pero que en el 2007 reflejaba una realidad ineludible: “el comercio electrónico es en la actualidad casi inexistente en el Perú”.

Han pasado tres años desde entonces y creo que la situación del comercio electrónico ha mejorado un poco con respecto a entonces. Algunos indicadores lo señalan. Por ejemplo, el número de internautas limeños que compran o venden por Internet han aumentado de 5% el 2007 a 11% este año según Ipsos APOYO. Y los comercios asociados a la pasarela de pagos Safetypay, por ejemplo, se han multiplicado en estos años. Sin embargo, no puedo decir que el comercio electrónico en el Perú haya realmente despegado. Y no creo que despegue en lo que falta del año.

No obstante lo anterior, sí creo que estamos en la senda correcta y posiblemente el 2011 sea finalmente el año en el que el comercio electrónico se convierta en una opción extendida y real para muchos internautas en el país, y en especial para muchos comercios. Creo esto después de haber asistido a dos eventos sobre el tema hace un par de semanas.

El primero de ellos fue el E-commerce Day organizado por la Cámara Peruana de Comercio Electrónico en el Swissôtel. En él se hicieron exposiciones de jugadores locales e internacionales importantes en este tema como Falabella, Google, Visa, Cencosud, Bembos, Facebook, entre otros. Fueron especialmente interesantes los aportes de Falabella y Cencosud debido a que trajeron sus experiencias de Chile, país donde el comercio electrónico movió el 2009 más de mil millones de dólares, en comparación a los 276 millones que movió Perú, según información de Visa. La sensación que me llevé del evento fue que empresas importantes en nuestro medio habían asistido, posiblemente porque están pensando abrir sus tiendas virtuales pronto. Las preguntas del público me dieron a entender eso.

Cuadro del consumo B2C por país según Visa



Al día siguiente en el mismo hotel (y en la misma sala por cierto) hicimos la presentación del libro Cómo Desarrollar el Comercio Electrónico en el Perú. Este libro publicado por Centrum y Pearson Education, es un trabajo de investigación que desarrollamos Normand Barahona, Renzo Corazzo y yo, bajo la asesoría del profesor Rolando Arellano, como parte de nuestro trabajo de tesis de maestría. La investigación que condujimos arrojó como principal resultado que el comercio electrónico en el Perú no se había desarrollado porque las empresas en el país no han considerado a Internet como un canal de ventas y por lo tanto porque había poca o nula difusión sobre las ventajas de comprar en línea. Salvo algunas excepciones honrosas como los esfuerzos de LAN, no ha habido empresas grandes, con un poder de influencia importante, que hayan decidido apostar por el canal virtual. Es decir, contra lo que a veces se cree, no es la falta de interés de los consumidores en comprar en línea lo que ha impedido que el comercio electrónico en el Perú despegue, sino lo poco que ha impulsado el sector privado las ventajas de comprar en línea, sea teniendo una tienda virtual y/o haciéndole difusión a la misma. Es curioso, las empresas no apuestan por vender en Internet porque piensan que los consumidores no compran en línea, y éstos no lo hacen porque, a menos que sea en páginas en el extranjero, no tienen dónde hacerlo. Un círculo vicioso que lleva algunos años dando vueltas.

Tanto los expositores del E-commerce Day, como los resultados del libro, indican que en efecto, la responsabilidad de que el comercio electrónico levante vuelo en el país, es exclusivamente de las instituciones y no de los consumidores. Ojo, no significa que no existan tiendas virtuales exitosas. Ahí están Bembos, las florerías o las empresas de transporte aéreo o terrestre que sí venden en línea, pero los jugadores que moverán esta industria a otro nivel de uso son más bien los supermercados o las tiendas por departamentos. De hecho, fueron estas últimas las que hace algunos años popularizaron el uso de tarjetas de crédito entre todos los estratos de la población urbana con nuevos mecanismos de pago en cuotas, entre otras innovaciones. Debieron haber sido los bancos, pero fueron ellas. Y seguro serán estas tiendas por departamentos las que movilizarán los hábitos de compra de los consumidores peruanos hacia Internet.

El día de la presentación del libro también me sorprendió gratamente que muchos de los 300 asistentes fueran emprendedores que desean utilizar Internet como un espacio para ofrecer sus productos. Me dio la impresión que todavía existe desconocimiento por parte de ellos respecto a pasarelas de pago, sistemas de courier o estrategias de ventas en línea. Por lo tanto, las empresas en esos rubros tienen un trabajo pendiente de difusión de sus servicios.

Posiblemente pudo haber sido antes, pero la recesión económica mundial postergó el despegue del comercio electrónico en el Perú entre uno o dos años. Recién el 2011 será el año en que veamos a las primeras grandes marcas apostar con fuerza por el canal virtual y tal vez, cuando miremos hacia atrás, diremos que ese fue el año en el que el tema tomó realmente cuerpo.


Fuente: Semana Economica 

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