Son muchas las definiciones que existen sobre ¿qué es innovación? y, tal vez por ello, no está de más acudir a uno de los que primero definieron este concepto: Peter F. Drucker. Para él, la innovación proviene de siete fuentes, a saber:
- Sorpresas. Bien vengan de éxitos o de fracasos, las sorpresas siempre indican algo: un cambio en los hábitos de los clientes, en el mercado, en el sector...
- Incongruencias. Generalmente no son visibles, pero anuncian que algo importante está a punto de suceder. Por lo que es fundamental analizarlas a fondo.
- Necesidades de proceso. Muchas veces surgen en los procesos cuellos de botella, que obligan a innovar para solucionarlos.
- Cambios en los sectores y en el mercado. Casi siempre suelen pillar desprevenidos, pero significan una nueva oportunidad para innovar. Lo mejor es mantener un cierto método para estar atentos y prever los cambios.
- Variaciones demográficas. El aumento de la esperanza de vida o la incorporación de población inmigrante son factores que influyen en los mercados.
- Tendencias. Los cambios en las percepciones de los consumidores terminan condicionando su comportamiento, por lo que hay que estar atentos a estas transformaciones para innovar.
- Nuevos conocimientos. Suponen una de las fuentes principales para la innovación, pero muchas veces son los menos predecibles al incorporar múltiples y diversas clases de conocimiento (tecnología, psicología, artes, moda...)
Fuente: Emprendedores.es
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